No es Pinot Noir. No es Cabernet. No es la típica.
El Petit Verdot es una de esas cepas que no se deja domar tan fácil. Madura cuando quiere, no siempre se porta bien en el campo, y por eso muchos la usan en pequeñas dosis, escondida en mezclas. Pero en Atypical le dimos el protagonismo. Porque sí. Porque lo merece.
¿Qué es el Petit Verdot?
Es una cepa originaria del sudoeste de Francia, famosa por su color profundo, sus taninos firmes y su carácter intenso. En Burdeos la usan en pequeñas proporciones para dar estructura a los blends. Pero cuando se le da espacio, cuando se le deja brillar sola… aparece algo distinto. Salvaje. Puro.
¿Por qué no todos se atreven?
Porque es exigente. Madura tarde, necesita calor, paciencia y buena mano en la viña. Pero si se le respeta, entrega un vino con mucha personalidad:
- Aromas a moras, violetas, cuero y especias.
- Boca firme, con músculo, pero elegante.
- Un final largo, de esos que no se olvidan.
Petit Verdot a la Atypical
No lo domamos, lo acompañamos. Fermentado con mínima intervención, sin tanto maquillaje, lo dejamos contar su propia historia. Una historia con tierra, con intensidad, con verdad. Nuestro Petit Verdot no es para cualquiera. Es para quienes buscan algo distinto. Algo que no sigue la corriente.
